domingo, 13 de mayo de 2012

MADRES


MADRES

¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz…? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.

Isaías 49:15



Ana Jarvis, joven cristiana, sufrió un terrible y casi insoportable trauma con el fallecimiento prematuro de su querida madre. Al verla afligida por la pérdida irreparable, sus amigas que compartían con ella el mismo ideal cristiano decidieron hacer algo con el objeto de atenuar su inmenso dolor. Organizaron un programa especial en la iglesia, en homenaje a su llorada madre. Pero antes consultaron a Ana, para saber si aceptaría tal homenaje. Ana acepto con la condición de que el homenaje se extendiera a todas las madres, muertas y vivas.

 Sus amigas aceptaron la idea y el homenaje se realizó en un programa simple e íntimo. Al año siguiente, ante los buenos resultado obtenidos en el primer programa fue rendido un nuevo homenaje a las madres. La idea fue copiada por otras iglesias. Y finalmente el 10 de mayo del 1913 el Congreso Norteamericano aprobó una ley consagrando el segundo domingo de mayo como Día de las Madres (fecha adoptada por algunos países; en otros se celebra en octubre).

 ¡Cuán justo es este homenaje! Cuando el profeta Isaías trató de definir el amor de Dios y su desvelo y cuidado para con los seres que él creó, solo encontró una analogía: el amor de las madres. Dice el señor a través del profeta: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida” (Isa. 49:15, 16).

 Aunque fallara el inmenso amor de madre, lo que tan raramente ocurre, jamás fallaría el amor de Dios, “que excede a todo entendimiento”.

 Escribió Humberto Senna: “¡Madre! ¡Cuánta bondad y grandeza encierra tu nombre! ¡Sublime! ¡Majestuoso! ¡Virtuoso y casto! Pensé en donarte un poema pero es tan extenso tu merito que, por más que quisiera, no podría definirlo. Siempre pensando en ti, veo en mi mano tu sagrada M., y con ella la comprensión de tu poderoso amor”.

El extraordinario amor de madre nos ayuda a comprender pálidamente la elocuente expresión del profeta al describir el amor de Dios por nosotros: “En las palmas de las manos te tengo esculpida”.




Tomado de;

 Oliveira Enoch. Lecturas Matinales para Adultos, Buenos días Señor!

1990.

sábado, 12 de mayo de 2012

Los sufrimientos ligeros y pasajeros

Pues los sufrimientos ligeros y pasajeros que ahora

padecemos producen una gloria eterna que vale

Muchísimo más que todo sufrimiento.


2 Corintios. 4: 17

viernes, 11 de mayo de 2012

Salva uno más para Jesús

“Los cristianos, igual que los copos de nieve, son frágiles; pero cuando se unen pueden parar el tráfico.” (Vance Havner)
Nosotros tenemos un deber, como cristianos, de hablarle a alguien sobre Jesús y lo que Él ha hecho en nuestras vidas y del gozo que sentimos o tenemos siendo parte del cuerpo de Cristo. Es un mandato que nosotros le sembremos a otras personas el amor de Dios. Hace unos días atrás estaba hablando un misionero de cuando él tenía una vida de perdición. Un jovencito de 16 años solamente le dijo: “Cristo te ama,” esas simples palabras, poderosas, transformó a este señor, lo sacó de las garras del enemigo, y lo convirtió en Reverendo y misionero. Hoy día tiene 70 años (y pico) y ha transformado la vida de muchas personas. Nadie es débil, todos somos eficaces, y todo el mundo puede ser instrumento de Dios para salvar una vida. Dios tiene una misión para nosotros, que salvemos a alguien del mal camino. Dios nos dará la fuerza para hacerlo, ¿estamos dispuestos a hacerlo? ¿Estamos dispuestos a seguir a Dios con los ojos cerrados? Cuando Dios nos llame, no hay que temer, porque Él enviará a su Espíritu Santo para que podamos cumplir con su propósito.
“Pero cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8

domingo, 6 de mayo de 2012

Santiago 5:16

Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.

viernes, 4 de mayo de 2012

Dios Como Principio


“La tierra estaba desolada y vacía y las tinieblas estaban sobre la faz del  abismo.”  Génesis 2:1
 
Las personas viven con sufrimiento. El miedo se alberga en sus corazones y su mente. Los fracasos y las derrotas invaden los pensamientos. El entorno se derrumba, no se puede vivir ni comer, la alegría se marchita, y sólo se tiene dolor y sufrimiento. El llanto está siempre presente, y se es prisionero en una celda solitaria.
 
La vida es un desorden vacío, donde hay tinieblas, soledad,  y sufrimiento. No se está solo. Dios es ese amigo que quiere estar al lado de las personas para darle orden, luz, y compañía a sus vidas.

“Y dijo Dios: «¡Que haya luz!» Y hubo luz.  Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas…” Génesis 1:3-4
 
Dios quiere entrar en acción en la vida de las personas para ordenar su mundo interior. Dios llena el vacío que carga un corazón destruido. Él lo restaura y trae la luz a la vida de los que creen en el.
 
Poniendo a Dios como el principio de la vida hace que cambien el miedo, las dudas, el desánimo, todo desaparece y todo se ve de una manera distinta.
 
Tienes el derecho a tener una vida en victoria, coloca a Jesús en primer lugar, ya que es nuestro compañero espiritual.
 
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y todo ello era bueno en gran manera. Cayó la tarde, y llegó la mañana.” Génesis 1:31

miércoles, 2 de mayo de 2012


El hombre sin propósito es como un barco
sin timón, un soplo, nada, nadie.
Thomas Carlyle

martes, 1 de mayo de 2012

Momentos de Aflicción


“Mi Dios, pues suplirá todo lo que os falta.” (Filipenses 4:19)
 
Se están viviendo tiempos donde se confrontan problemas en el empleo, matrimoniales, con los hijos, por solo dar unos ejemplos.  El dinero no alcanza o éste falta para poder enfrentar las responsabilidades económicas. 

No se encuentra una salida a los problemas.  Se está en un callejón sin salida. Muchos recurren a las drogas, el alcohol, los juegos, o a cualquier cosa para enajenarse de la realidad, y esto lo que hace es agravar más los problemas.
 
¿Por qué no poner estos problemas  en las manos de  Dios? ¿Por qué no se confía en Dios? Para Dios no hay aflicciones o perturbaciones que Él no pueda resolver.
 
No debemos permitir que en momentos de crisis la duda entre al corazón y la menta. Dios siempre escucha nuestras súplicas, solo hay que tener fe y confianza en Dios, porque El nunca falta a su palabra.
 
“Encomienda a Jehová tu camino y confía en El; y El hará.” (Salmo 3:5)
 
Se puede orar a nuestro padre celestial:

Dios, en esta noche, antes de acostarme, te entrego mis problemas, mis aflicciones, en ti confió, sé que vendrás en mi auxilio. Yo creo en ti y en tu eterna providencia. Gracias Señor, mi alma te alaba, oh mi Dios. Amén.