domingo, 5 de mayo de 2013

Salmos 142


A voz en cuello, al Señor le pido ayuda;
a voz en cuello, al Señor le pido compasión.
Ante él expongo mis quejas;
ante él expreso mis angustias.

Cuando ya no me queda aliento,
tú me muestras el camino.
Por la senda que transito
algunos me han tendido una trampa.
Mira a mi derecha, y ve:
nadie me tiende la mano.
No tengo dónde refugiarme;
por mí nadie se preocupa.

A ti, Señor, te pido ayuda;
a ti te digo: Tú eres mi refugio,
mi porción en la tierra de los vivientes.
Atiende a mi clamor,
porque me siento muy débil;
líbrame de mis perseguidores,
porque son más fuertes que yo.
Sácame de la prisión,
para que alabe yo tu nombre.
Los justos se reunirán en torno mío
por la bondad que me has mostrado.

Salmos 142

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