El enemigo no descansa, no toma vacaciones o días feriados. No deja de actuar y usa distintos medios que le son posibles para destruir, para hacer retroceder, dudar y desfallecer. Cuando más nos acercamos a un nuevo logro, una nueva victoria en Cristo, mayor es su intento por derrotarnos.
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
1
Corintios 16:13
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