jueves, 10 de julio de 2014

Hechos 2:25-28


En efecto, David dijo de él:

“Veía yo al Señor siempre delante de mí,
porque él está a mi derecha
para que no caiga.
 Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua;

mi cuerpo también vivirá en esperanza.
No dejarás que mi vida termine en el sepulcro;
no permitirás que tu santo sufra corrupción.

 Me has dado a conocer los caminos de la vida;
me llenarás de alegría en tu presencia.”


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