Luego, dirigiendose
a sus discípulos, dijo:
“Por eso
les digo que no se preocupen por la vida diaria, si tendrán suficiente alientos
para comer o suficiente ropa para vestirse […] Acaso con todas sus
preocupaciones pueden añadir un solo momento a su vida? Y, si por mucho
preocuparse no se logra algo tan pequeño como eso, de que sirve preocuparse por
cosas más grande? […] No se inquieten por lo que van a comer o lo que van a
beber. No se preocupen por esas cosas. Esas cosas dominan el pensamiento de los
incrédulos en todo el mundo, pero su Padre ya conoce sus necesidades. Busquen
el reino de Dios por encima de todo lo demás, y él les dará todo lo que
necesiten”.
Lucas
12:22, 25-26, 29-31
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