jueves, 24 de abril de 2014

Lucas 10:21-22

En aquel momento Jesús, lleno de alegría por el Espíritu Santo, dijo:Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.
Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelárselo.

Lucas 10:21-22

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