Fijemos la mirada en Jesús, el
iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba,
soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está
sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que
perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se
cansen ni pierdan el ánimo.
Hebreos 12:2-3
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