¿Cómo se define la palabra espejo? Cuando la busco en el diccionario,
espejo significa “cosa que retrata o da la imagen cierta de aquello que se
expresa; modelo digno de ser imitado.”
Cuando me miro al espejo cada mañana, ¿qué veo que es una representación
cierta de quien yo soy? Yo veo mi cara y mi cuerpo, los cuales son una representación
externa de quien yo soy. Yo me puedo describir de acuerdo a lo que mis ojos
ven, por ejemplo: piel blanca con pecas, nariz corta, ojos color marrón, cejas
color marrón, pelo castaño, y así sucesivamente hay muchas palabras más para
describir mi aspecto físico, el cual veo en el espejo todas las mañanas. A
veces cuando me levanto y me miro al espejo, mi pelo está alrededor de toda mi
cabeza y veo literalmente un león. En otras ocasiones, mi pelo se ve parejo,
recostado, como que tuve un sueño liviano y tranquilo. Sin embargo, lo que veo
en el espejo, que es mi aspecto físico, no representa realmente quien yo soy. Entonces,
¿cómo puede alguien decir quien yo soy realmente con tan solo mirarme?
De hecho, yo he notado que en este mundo la gente le presta mucha atención
al aspecto físico de las personas. Cuando estoy en el supermercado y estoy
haciendo la línea para pagar los víveres, me entretengo mirando el sinnúmero de
revistas donde se pueden ver y leer sobre los aspectos físicos de las personas
famosas de este mundo. La mayoría de estas revistas gozan y se regocijan presentando
fotos de los famosos con los peores aspecto físicos. Por esto, he llegado a la conclusión
de que se le presta mucha atención a lo externo, a la apariencia, a lo físico, a
lo que está afuera, a lo expuesto. Me pregunto, ¿acaso pueden nuestra cara y
cuerpo, nuestra apariencia física externa, retratar o modelar la imagen cierta
de una persona que tiene a Dios en su vida? ¿Acaso puede alguien decir que yo
tengo a Dios en mi vida con tan solo mirarme? ¿Acaso se puede ver a Dios como
parte de mi aspecto físico, que va más allá de lo que es puramente descriptivo?
Siempre me ha estado curioso cuando una persona dice sobre otra persona:
“esa persona tiene a Dios en su vida,” con tan solo mirarla. ¿Qué es lo que ven
que va más allá de lo aparente, de lo físico, de lo externo? Yo he contado las
respuestas sobre lo que ven. Muchas personas dicen que Dios está en la vida de
otra persona porque:
·
Hay algo en su sonrisa
·
Hay una luz alrededor de la persona
·
Hay algo en su alegría
·
Por la manera en que camina
·
Por el brillo que hay en sus ojos
·
Por la suavidad en su rostro
·
Por la manera en que habla
·
Por la forma en que tratan a los demás
Sin embargo, ninguna de estas razones tiene que ver estrictamente con el
aspecto físico de la persona. O sea, te puedes mirar en el espejo todos los días
en la mañana y aunque parezcas un león, porque tu pelo esta enmarañado, aun así,
hay algo en tu sonrisa, hay una luz alrededor de ti, hay un brillo en tus ojos,
que hace que una persona diga que tienes a Dios en tu vida.
Somos creados a imagen y semejanza de Dios, a un Dios que no podemos
ver, pero que si podemos sentir, y cuando se siente a Dios, el espíritu de uno se
siente alegre, brillante, lleno de energía, y esos sentimientos se reflejan en
nuestra apariencia física. En la escuela, a los estudiantes se les enseñan
tarjetas con rostros humanos para identificar sentimientos. Cuando los
estudiantes ven los rostros, ellos no se fijan en que tienen ojos, cejas, pelo,
labios, etc. y tampoco describen los colores ni formas de dichos detalles, los
estudiantes describen lo que se ve más allá de lo físico. Los estudiantes dicen
si la persona está triste o alegre, asustada o tranquila, sonriendo o gruñendo,
etc. De la misma forma, se puede identificar cuando una persona tiene a Dios en
su vida, con solo mirarla al rostro, y más allá de los detalles físicos, se
pueden ver unos sentimientos como parte del aspecto físico de la persona, unos
sentimientos que son de Dios.
Dios es la fuerza espiritual que me da la representación real de quien yo
soy, cuando me miro al espejo, mi apariencia física refleja esa fuerza
espiritual de Dios, guiando mi vida y llenando mi vida de sentimientos y
valores positivos, los cuales se reflejan en un rostro alegre, tranquilo,
suave, y con un brillo en los ojos, entre otros. Y no importa si estoy pasando
por un momento triste o doloroso, aun así mi rostro, mi forma de hablar, mi
forma de mirar, y mi forma de caminar retratan a Dios a en mi vida. Dios es
parte de mi apariencia física, lo que ha llevado a muchas personas a
preguntarme:
Persona: ¿usted es cristina?
Yo: Si, lo soy, ¿Por qué me pregunta?
Persona: Lo sabia…por su forma de caminar, por la
forma en que habla, por el brillo en sus ojos, hay algo, hay algo en usted, que
me deja saber que usted es una mujer cristiana, una mujer que vive a Dios en su
corazón.
Yo: Gracias…me hace sentir muy bien que me lo deje
saber.
Te invito a que permitas que Dios sea parte de tu aspecto físico todos
los días.
Amén.